CAPITULO CUARTO, DATE LA BUENA VIDA, TALLER 5

 TALLER 5

CAPITULO CUARTO

DATE LA BUENA VIDA

¿Qué pretendo decirte poniendo un «haz lo que quieras» como lema fundamental de esa ética hacia la que vamos tanteando? Pues sencillamente (aunque luego resultará que no es tan sencillo, me temo) que hay que dejarse de órdenes y costumbres, de premios y castigos, en una palabra, de cuanto quiere dirigirte desde fuera' y que tienes que plantearte todo este asunto desde ti mismo, desde el fuero interno de tu voluntad. No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo. Si deseas saber en qué puedes emplear mejor tu libertad, no la pierdas poniéndote ya desde el principio al servicio de otro o de otros, Por buenos, sabios y respetables que sean: interroga sobre el uso de tu libertad... a la libertad misma.

Claro, como eres chico listo puede que te estés dando ya cuenta de que aquí hay una cierta contradicción. Si te digo «haz lo que quieras» parece que te estoy dando de todas formas una orden, «haz eso y no lo otro», aunque sea la orden de que actúes libremente. ¡Vaya orden más complicada, cuando se la examina de cerca! Si la cumples, la desobedeces (porque no haces lo que quieres, sino lo que quiero yo que te lo mando); si la desobedeces, la cumples (porque haces lo que tú quieres en lugar de lo que yo te mando... ¡pero eso es precisamente lo que te estoy mandando!). Créeme, no pretendo meterte en un rompecabezas como los que aparecen en la sección de pasatiempos de los periódicos. Aunque procure decirte todo esto sonriendo para que no nos aburramos más de lo debido, el asunto es serio: no se trata de pasar el tiempo, sino de vivirlo bien. La aparente contradicción que encierra ese «haz lo que quieras» no es sino un reflejo del problema esencial de la libertad misma: a saber, que no somos libres de no ser libres, que no tenemos más remedio que serlo. ¿Y si me dices que ya está bien, que estás harto y que no quieres seguir siendo libre? ¿Y si decides entregarte como esclavo al mejor postor o jurar que obedecerás en todo y para siempre a tal o cual tirano? Pues lo harás porque quieres, en uso de tu libertad y aunque obedezcas a otro o te dejes llevar por la masa seguirás actuando tal como prefieres: no renunciarás a elegir, sino que habrás elegido, lo elegir por ti mismo. Por eso un filósofo francés de nuestro siglo, Jean-Paul Sartre, dijo que «estamos condenados a la libertad». Para esa condena, no hay indulto que valga...

De modo que mi «haz lo que quieras» no es más que una forma de decirte que te tomes en serio el problema de tu libertad, lo de que nadie puede dispensarte de la responsabilidad creadora de escoger tu camino. No te preguntes con demasiado morbo si «merece la pena>> todo este jaleo de la libertad, porque quieras o no eres libre, quieras o no tienes que querer. Aunque digas que no quieres saber nada de estos asuntos tan fastidiosos y que te deje en paz, también estarás queriendo... queriendo no saber nada, queriendo que te dejen en paz aun a costa de aborregarte un poco o un mucho. ¡Son las cosas del querer, amigo mío, como dice la copla! Pero no confundamos este «haz lo que quieras» con los caprichos de que hemos hablado antes. Una cosa es que hagas «lo que quieras» y otra bien distinta que hagas «lo primero que te venga en gana». No digo que en ciertas ocasiones no pueda bastar la pura Y simple gana de algo: al elegir qué vas a comer en un restaurante, por ejemplo. Ya que afortunadamente tienes buen estómago Y no te preocupa engordar, pues venga, pide lo que te dé la gana... Pero cuidado, que a veces con la «gana» no se gana, sino que se pierde. Ejemplo al canto.

No sé si has leído mucho la Biblia. Está llena de cosas interesantes y no hace falta ser muy religioso, ya sabes que yo lo soy más bien poco para apreciarlas. En el primero de sus libros, el Génesis, se cuenta la historia de Esaú y Jacob, hijos de Isaac. Eran hermanos gemelos, pero Esaú había salido primero del vientre de su madre, lo que le concedía el derecho de primogenitura: ser primogénito en aquellos tiempos no era cosa sin importancia, porque significaba estar destinado a heredar todas las posesiones y privilegios del padre. A Esaú le gustaba ir de caza y correr aventuras, mientras que Jacob prefería quedarse en casita, preparando de vez en cuando algunas delicias culinarias. Cierto día volvió Esaú del campo cansado y hambriento. Jacob había preparado un suculento potaje de lentejas y a su hermano, nada más llegarle el olorcillo del guiso, se le hizo la boca agua. Le entraron muchas ganas de comerlo y pidió a Jacob que le invitara. El hermano cocinero le dijo que con mucho gusto pero no gratis sino a cambio del derecho de primogenitura. Esaú pensó: «Ahora lo que me apetecen son las lentejas. Lo de heredar a mi padre será dentro de mucho tiempo. ¡Quién sabe, a lo mejor me muero yo antes que él!» Y accedió a cambiar sus futuros derechos de primogénito por las sabrosas lentejas del presente. ¡Debían oler estupendamente esas lentejas! Ni que decir tiene que más tarde, ya repleta la panza, se arrepintió del mal negocio que había hecho, lo que provocó bastantes problemas entre los hermanos (dicho sea, con el respeto debido, siempre me ha dado la impresión de que Jacob era un pájaro de mucho cuidado). Pero si quieres saber cómo acaba la historia, léete el Génesis. Para lo que aquí nos interesa ejemplificar basta con lo que te he contado.

Como te veo un poco sublevado, no me extrañaría que intentaras volver esta historia contra lo que te vengo diciendo: «¿No me recomendabas tú eso tan bonito de "haz lo que quieras"? Pues ahí tienes: Esaú quería potaje, se empeñó en conseguirlo y al final se quedó sin herencia. ¡Menudo éxito!» Sí, claro, pero... ¿eran esas lentejas lo que Esaú quería de veras o simplemente lo que le apetecía en aquel momento? Después de todo, ser el primogénito era entonces una cosa muy rentable y en cambio las lentejas ya se saben: si quieres las tomas y si no las dejas... Es lógico pensar que lo que Esaú quería en el fondo era la primogenitura, un derecho destinado a mejorarle mucho la vida en un plazo más o menos próximo. Por supuesto, también le apetecía comer potaje, pero si se hubiese molestado en pensar un poco se habría dado cuenta de que este segundo deseo podía esperar un rato con tal de no estropear sus posibilidades de conseguir lo fundamental. A veces los hombres querernos cosas contradictorias que entran en conflicto unas con otras. Es importante ser capaz de establecer prioridades y de imponer una cierta jerarquía entre lo que de pronto me apetece y lo que, en el fondo, a la larga, quiero. Y si no, que se lo pregunten a Esaú...

En el cuento bíblico hay un detalle importante. Lo que determina a Esaú para que elija el potaje presente y renuncie a la herencia futura es la sombra de la muerte o, si prefieres, el desánimo producido por la brevedad de la vida. «Como sé que me voy a morir de todos modos y a lo mejor antes que mi padre... ¿para qué molestarme en dar más vueltas a lo que me conviene? ¡Ahora quiero lentejas y mañana estaré muerto, de modo que vengan las lentejas y se acabó! » Parece como si a Esaú la certeza de la muerte le llevase a pensar que la vida ya no vale la pena, que todo da igual. Pero lo que hace que todo dé igual no es la vida, sino la muerte. Fíjate: por miedo a la muerte, Esaú decide vivir como si ya estuviese muerto y todo diese igual. La vida está hecha de tiempo, nuestro presente está lleno de recuerdos Y esperanzas, pero Esaú vive como si para él ya no hubiese otra realidad que el aroma de lentejas que le llega ahorita mismo a la nariz, sin ayer ni mañana. Aún más: nuestra vida está hecha de relaciones con los demás -somos padres, hijos, hermanos, amigos o enemigos, herederos o heredados, etc.-, pero Esaú decide que las lentejas (que son una cosa, no una persona) cuentan más para él que esas vinculaciones con otros que le hacen ser quien es. Y ahora una pregunta: ¿cumple Esaú realmente lo que quiere o es que la muerte le tiene como hipnotizado, paralizando y estropeando su querer?

Dejemos a Esaú con sus caprichos culinarios y sus líos de familia. Volvamos a tu caso, que es el que aquí nos interesa. Si te digo que hagas lo que quieras, lo primero que parece oportuno hacer es que pienses con detenimiento y a fondo qué es lo que quieres. Sin duda te apetecen muchas cosas, a menudo contradictorias, como le pasa a todo el mundo: quieres tener una moto pero no quieres romperte la crisma por la carretera, quieres tener amigos pero sin perder tu independencia, quieres tener dinero pero no quieres avasallar al prójimo para conseguirlo, quieres saber cosas y por ello comprendes que hay que estudiar pero también quieres divertirte, quieres que yo no te dé la lata y te deje vivir a tu aire pero también que esté ahí para ayudarte cuando lo necesites, etc. En una palabra, si tuvieras que resumir todo esto y poner en palabras sinceramente tu deseo global de fondo, me dirías: «Mira, papi, lo que quiero es darme la buena vida.» ¡Bravo! ¡Premio para el caballero! Eso mismito es lo que yo quería aconsejarte: cuando te dije «haz lo que quieras» lo que en el fondo pretendía recomendarte es que te atrevieras a darte la buena vida. Y no hagas caso a los tristes ni a los beatos, con perdón: la ética no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor. Si merece la pena interesarse por la ética es porque nos gusta la buena vida. Sólo quien ha nacido para esclavo o quien tiene tanto miedo a la muerte que cree que todo da igual se dedica a las lentejas y vive de cualquier manera...

Quieres darte la buena vida: estupendo. Pero también quieres que esa buena vida no sea la buena vida de una coliflor o de un escarabajo, con todo mi respeto para ambas especies, sino una buena vida humana. Es lo que te corresponde, creo yo. Y estoy seguro de que a ello no renunciarías por nada del mundo. Ser humano, ya lo hemos indicado antes, consiste principalmente en tener relaciones con los otros seres humanos. Si pudieras tener muchísimo dinero, una casa más suntuosa que un palacio de las mil y una noches, las mejores ropas, los más exquisitos alimentos (¡muchísimas lentejas!), los más sofisticados aparatos, etc., pero todo ello a costa de no volver a ver ni a ser visto por ningún ser humano jamás, ¿estarías contento? ¿Cuánto tiempo podrías vivir así sin volverte loco? ¿No es la mayor de las locuras querer las cosas a costa de la relación con las personas? ¡Pero si precisamente la gracia de todas esas cosas estriba en que te permiten -o parecen permitirte- relacionarte más favorablemente con los demás! Por medio del dinero se espera poder deslumbrar o comprar a los otros; las ropas son para gustarles o para que nos envidien; y lo mismo la buena casa, los mejores vinos, etcétera. Y no digamos los aparatos: el vídeo y la tele son para verlos mejor, el compact para oírlos mejor y así sucesivamente. Muy pocas cosas conservan su gracia en la soledad; y si la soledad es completa y definitiva, todas las cosas se amargan irremediablemente. La buena vida humana es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana. ¿Empiezas a ver por dónde voy? Las cosas pueden ser bonitas y útiles, los animales (por lo menos algunos) resultan simpáticos, pero los hombres lo que querernos ser es humanos, no herramientas ni bichos. Y queremos también ser tratados como humanos, porque eso de la humanidad depende en buena medida de lo que los unos hacernos con los otros. Me explico: el melocotón nace melocotón, el leopardo viene ya al mundo como leopardo, pero el hombre no nace ya hombre del todo ni nunca llega a serlo si los demás no le ayudan. ¿Por qué? Porque el hombre no es solamente una realidad biológica, natural (como los melocotones o los leopardos), sino también una realidad cultural. No hay humanidad sin aprendizaje cultural y para empezar sin la base de toda cultura (y fundamento por tanto de nuestra humanidad): el lenguaje. El mundo en el que vivimos los humanos es un mundo lingüístico, una realidad de símbolos y leyes sin la cual no sólo seríamos incapaces de comunicarnos entre nosotros sino también de captar la significación de lo que nos rodea. Pero nadie puede aprender a hablar por sí solo (como podría aprender a comer por sí solo o a mear -con perdón por sí solo), porque el lenguaje no es una función natural y biológica del hombre (aunque tenga su base en nuestra condición biológica, claro está) sino una creación cultural que heredamos y aprendemos de otros hombres.

COMO DEBATIR TALLER 4

 TALLER 4

COMO DEBATIR

Escriba cada una de las frases y tu opinión acerca de ellas.

 “Es mejor estar todos de acuerdo, así no perdemos tiempo en discusiones”.

·         “En lo único en lo que a primera vista todos estamos de acuerdo es que no estamos de

·         acuerdo con todos”.

·         “En mi familia y en mi empresa no hay espacio para el debate, allí se piensa y se hacen las cosas como yo digo”.

·         “Cuídate de hacer amistad con personas ateas”.

·         “El mundo sería mejor si todos pensáramos igual”.

·         “Mejor me abstengo de manifestar lo que pienso, así evito entrar en conflicto”.

·         “Nunca veo los debates de los candidatos, tengo la impresión que todos prometen lo mismo y luego ninguno cumple”.

 

• Si todos pensáramos igual y quisiéramos lo mismo, no habría espacio para el debate y la confrontación de ideas. 

• Cuando se debate, no siempre se persigue convencer o dejarse convencer, se busca conocerlas razones y los argumentos de los demás sobre un tema de interés mutuo.

 

PIENSA ÉTICAMENTE

• ¿Qué piensas del debate en temas como la conservación del medio ambiente?

Es importante debatir sobre este tema o no y ¿por qué?

• ¿Considera que debatir es una herramienta adecuada para llegar a acuerdos?

 

Lee el siguiente texto:

“Los jóvenes y las ranas”

Varios jóvenes, jugando cerca de un estanque, vieron un grupo de ranas en el agua y comenzaron a apedrearlas. Habían matado a varias, cuando una de las ranas, sacando su cabeza gritó: “Por favor, parad muchachos, que lo que es diversión para vosotros, es muerte y tristeza para nosotras”.

Antes de tomar una acción que creas te beneficia, ve primero que no perjudique a otros.

·         ¿Los jóvenes tenían justificación para apedrear las ranas?

·         ¿Los animales pueden ser asesinados sin motivo?

·         ¿Crees que los animales y la naturaleza si pudieran hablar harían cambiar de pensamiento a aquellas personas que los maltratan?

·         ¿Tú maltratarías algún animal o planta?

CONCEPTUALIZACIÓN

 El debate, es un acto propio de la comunicación humana, una técnica de discusión oral, caracterizada por enfrentar posiciones diferentes frente a temas polémicos.

Actualmente debido al avance de los medios de comunicación, el debate ha dejado de ser una técnica exclusivamente oral, que requiere del encuentro de las personas en un mismo recinto; para desarrollarse a través del lenguaje escrito en encuentros virtuales a través de internet.

Entendemos por…

Polémico, un tema, una situación o una conducta humana que genera críticas y posiciones irreconciliables.

En los inicios del siglo XXI, en la mayoría de los países del mundo a las personas les asiste el derecho a la individualidad, a adoptar sus propias creencias y maneras de vivir, dentro del marco de las leyes de ese país. Sin embargo, la individualidad se construye sobre la influencia de los de valores que se derivan de la tradición, costumbres y creencias de la familia y de la sociedad.

En ese sentido hay quienes prefieren una vida segura y tranquila, sin grandes sobresaltos ni cambios bruscos: un empleo, una familia, una vivienda propia, entre otros; otros por su parte coinciden en que la vida debe ser aventura y riesgo, sin grandes preocupaciones por el futuro; viven con intensidad y para ellos la estabilidad es sinónimo de monotonía y aburrimiento. Una tercera postura asume que en la juventud la vida debe ser riesgo y aventura, pero hay un tiempo para sentar cabeza y dar paso a la estabilidad sentimental y económica.

Del mismo modo, desde que los seres humanos están sobre la tierra, han discutido y polemizado sobre temas trascendentales como: La vida y la muerte, El origen y el devenir de la naturaleza, la existencia de Dios, el sentido de la guerra, la ciencia y la tecnología al servicio de la guerra, la política y los gobernantes, el Socialismo y el Capitalismo, la dictadura y la democracia, la pena de muerte, el aborto, el control natal, el matrimonio homosexual, la adopción…

Frente a cada uno de los temas referenciados o cualquier otro, las personas tienen razones para estar a favor o en contra y tienen el derecho a disentir y a manifestar sus posturas. La controversia respetuosa enriquece las relaciones sociales, permite conocer los puntos de vista de otros, compararlos con los propios, confirmar y mantener una visión o modificarla reconociendo que se está equivocado.

 ¿DÓNDE Y PARA QUÉ SE DEBATE?

Los espacios de confrontación de ideas pueden darse en el hogar, los lugares de esparcimiento y en las instituciones educativas; en momentos de diálogo informal y de camaradería entre familiares amigos y compañeros. También se debate en la formalidad de los ambientes de producción intelectual, en las instituciones de educación secundaria y en las universidades y centros de investigación; en las cámaras legislativas para votar proyectos de ley, en las contiendas electorales, entre otros.

En ambos casos, el debate conlleva la intención de modificar la opinión de los demás acerca de un tema, cambiar conductas, transformar valores, ganar seguidores o lograr la aprobación de un proyecto. De manera que el dialogo puede conducir a las personas a modificar sus puntos de vista, sólo si tiene sentido hacerlo.

Cuando en el debate se pretende tratar temas de interés general, es transmitido por los medios masivos de comunicación, principalmente la radio y la televisión, pues la idea es incidir en la opinión de grandes colectivos.

 ¿CÓMO DEBATIR?

Tanto en el dialogo cotidiano como en la formalidad de las confrontaciones públicas, el debate se inicia cuando es puesto en consideración un tema, se formulan preguntas que motivan a los participantes a expresar sus opiniones y a escuchar las de los demás, y se llega a unas conclusiones.

 Para que el debate resulte exitoso es necesario:

• No imponer las ideas personales, tampoco subestimar con términos y actitudes ofensivas o haciendo burlas, por el contrario, convencer con argumentos bien sustentados.

• Ser respetuoso de la diferencia, ponerse en el lugar del otro, escucharlo con atención y no interrumpirlo.

• Hablar con serenidad, seguridad y libertad, sin temerle a la crítica.

• Acompañar las críticas con sugerencias.

 Aprendamos de una vieja historia que es tema actual de debate

Un extraterrestre le dijo a otro al acercarse a la Tierra: sinceramente, lo que me hace pensar que no hay habitantes en esta esfera es que me parece que ningún ser sensato estaría dispuesto a vivir aquí. —Bueno—

dijo Micromegas —quizá los seres que lo habitan no tienen conciencia—.

 • Explica las razones que tenían los extraterrestres para suponer que ningún ser sensato habitaría en la tierra.

• Menciona algunas de las razones por las que los habitantes de la tierra consideran que es sensato vivir en ella.

SURGE EL ESTADO NACIONAL, TALLER 8

 TALLER  8

SURGE EL ESTADO NACIONAL

El surgimiento de la sociedad moderna significó cambios en la cultura, en el arte, la ciencia, la religión, el hombre y por supuesto en la política. La forma de gobernar, las leyes y la obediencia a esas normas fueron distintas a como se dieron en la época medieval. El feudalismo, caracterizado por la conformación de múltiples estados, dio origen a un nuevo tipo de organización, el Estado nacional. Se establecía un solo poder para mandar al pueblo, en lugar de la diversidad de poderes. Así mismo, los ciudadanos respetaban, creían y confiaban en esa sola autoridad, en ese Estado único.

EL REY ESTRENA EL ESTADO

Como ya hemos visto, de todas las jerarquías medievales existentes, el papa, la nobleza y el rey, esta última resultó ser la más apropiada para representar e inaugurar el nuevo Estado nacional, ya que las otras se encontraban desprestigiadas y en crisis.

Esta favorabilidad al rey contó con el apoyo de la naciente burguesía. Con el auge comercial, este grupo social se veía obligado a pagar impuestos a todos los señores feudales dueños de los territorios por los que tenían que transportar las mercancías, inconformes con esto, los burgueses prefirieron pagarle el impuesto a una sola autoridad y no a varias feudales. Deciden entonces que el rey era quien podía centralizar el poder y le brindan su apoyo,

Pero los monarcas no estaban solos. Se rodeaban de unos consejeros que les orientaban en la toma de decisiones. Con el aumento de responsabilidades para el soberano, las naciones se vieron obligadas a estructurar y conformar más seriamente estos con sojeros. Aparecen así las asambleas o parlamentos que representaban al clero, la nobleza, la burguesía. Estos parlamentos fueron adquiriendo mayor poder y autonomía: ya no bastaba la orientación al soberano sino que era necesario incidir en la aprobación o rechazo de los actos del monarca. Se constituyeron en fiscalizadores del reino.

El proceso de las instituciones representativas no fue igual en todas las naciones.

En Inglaterra, por ejemplo, el parlamento se encontraba dividido en dos cámaras. La de los lores que representaba a los señores, y la de los comunes que representaba a los burgueses.

En España en cambio, las instituciones de mayor importancia eran la del procurador y corregidor, que se encargaban de vigilar los intereses de los ciudadanos.

LA IDEA DE NACIÓN

La consolidación del Estado único se realiza simultáneamente con el desarrollo de la idea de nación, a la cual contribuyó enormemente el ejercicio de la guerra.

Las invasiones y la defensa de los territorios fueron creando en los hombres sentimientos de pertenencia a los pueblos en los que veían identidades como el idioma, las creencias, las costumbres y el rey. La guerra de los 100 años es un ejemplo de ello; en el transcurso de este conflicto, ingleses y franceses se sentían cada vez más ciudadanos de su pueblo, hasta el punto de luchar y morir por él: así lo demostró Juana de Arco.

LAS NUEVAS IDEAS POLÍTICAS

Los estados nacionales europeos surgen como producto de las nuevas relaciones económicas y políticas que se estaban iniciando y por los cambios en la manera de pensar de los hombres del Renacimiento.

EL PENSAMIENTO DE MAQUIAVELO

Nicolás Maquiavelo (1469-1527). Nació en Florencia, Italia donde proliferaban los estados o principados, turar el Estado nación: los príncipes se negaban a perder poder y dominio en sus territorios.

Como buen renacentista, Nicolás tenía el espíritu crítico y renovado de la época. Desempeñó importantes cargos públicos en la Cancillera de Florencia, lo que le permitió realizar algunos viajes y conocer naciones como Francia y Alemania.

Su aguda y metódica visión sobre las cosas lo llevan a analizar los procesos políticos de su tiempo. Escribe varias obras como la Historia de Florencia, el Tratado sobre el arte de la guerra y la más significativa de todas, El príncipe.

En el texto EI príncipe, cuyo verdadero nombre es De los principados o gobiernos de príncipes, Maquiavelo realiza una especie de radiografía acerca de este tipo de gobierno. Establece “cuál es la esencia de los principados, de cuántas clases los hay, cómo se adquieren, cómo se mantienen y por qué se pierden".

Le preocupaba en gran medida cómo los principados de su Italia renacentista eran frágiles y se perdían con facilidad. Para evitar esta situación, Maquiavelo propone ideas y alternativas para el príncipe.

Señala cómo ganarse el amor y el respeto de los súbditos; a no ser tan buenos; enseña cuándo hay que ser crueles para no reflejar debilidad alguna. En fin, se desmadeja el interior del hombre para encontrar en él las maneras de mantener el príncipe su gobierno.

Preservar el poder era el fin para lo cual se utilizaban los medios que fueren. Uno de estos medios era la fuerza, la guerra. Maquiavelo consideraba el principado como un Estado que se obtiene a través de la disputa con otros. Decía: "La guerra, las instituciones y las reglas que le conciernen son el único objeto al que un príncipe del cual conviene hacer su oficio. Esta es la verdadera profesión de cualquiera que gobierne…. Por haber descuidado las armas y haber preferido a ellas las dulzuras de la molicie se ha visto perder sus estados a algunos soberanos. Despreciar el arte de la guerra es el primer paso hacía su ruina; poseerlo perfectamente es el medio de elevarse al poder"...

Por estas teorías Maquiavelo paso a la historia como un pensador descarnado, perverso, sin moral. Este tipo de consideraciones fueron establecidas por la iglesia que rechazaba de plano estas teorías políticas. Pero no hay tal.  Maquiavelo escribió para una época donde la guerra era la actividad más frecuente para conquistar y mantener un estado. Para los de su tiempo, la obra El príncipe no decía nada distinto a la realidad.

LOS PENSADORES DEL ABSOLUTISMO

Existen distintas formas de gobernar un Estado nacional. Según algunos pensadores políticos de ese entonces, podían existir gobiernos como el aristocrático, cuando el poder es ejercido por una minoría, el despótico, cuando se esclaviza y tiraniza al pueblo mandato lo hace una sola persona.

La primera forma de gobierno que desarrollan los recién conformados estados nacionales europeos fue la monárquico-absolutista. La autoridad, el poder, residía en una sola persona.

Si bien el monarca llega al Estado con la ayuda de grupos sociales como la burguesía, termina por desplazarlos y asume él solo el gobierno. Los nobles por su parte, fueron perdiendo territorios y poder hasta quedar convertidos en una nobleza cortesana que dependía del soberano.

El desarrollo del absolutismo tuvo sus inspiraciones y justificaciones teóricas a partir de pensadores como Maquiavelo, Juan Bodino, Thomas Hobbes y el obispo Bossuet. Todos ellos se inclinaban por el gobierno monárquico y sus tesis fueron apropiadas por el rey, sus ministros y consejeros, y aceptadas por el resto de la sociedad.

BODINO

Considera que el absolutismo corresponde con las formas propias de la naturaleza. Así como solo existe un Dios y como el hombre es superior al resto de los seres vivos. Así el rey se erige por encima de los humanos.  Consideraba que el soberano puede dictar las leyes sin consultar la aprobación de nadie.

THOMAS HOBBES

Analiza cómo se conforma el Estado. Para Hobbes, el hombre vive en un estado natural que se caracteriza por la destrucción y el aniquilamiento de unos con otros. El hombre busca acabar con su semejanza y apropiarse de los mayores beneficios posibles. La competencia se realiza sin las más mínimas reglas. Así, ninguna sociedad puede progresar: es necesario entonces emplear la razón para crear un ente, una forma que regule y vigile los actos del hombre. De esta manera se llega a organizar el Estado que tiene por misión la paz, la seguridad, la conservación y protección del hombre.

Hobbes está de acuerdo con el absolutismo; piensa que el poder es indivisible, es decir, que no se debe repartir ni compartir porque se corre el riesgo de perderlo, ya que se pueden dar conflictos entre quienes gobiernan; consignó sus teorías de Estado en su obra: El Leviatán.

BOSSUET

Consideró a la monarquía como la forma de gobierno más antigua y común. Le otorgó características de sagrada, absoluta y paternal.

Sagrada porque los reyes actúan por orden divino. Son ministros de Dios en la tierra y el "título de Cristo que se les da a los reyes".

Absoluta, el rey está inspirado en la ley de Dios y no necesita de ayudar ni se ve obligado a obedecer o rendir cuentas a alguien: es suficiente por sí solo.

Paternal, el rey desea el bien para el pueblo. Así como Cristo salva al mundo, el soberano hace lo mismo.

Pero el monarca no está libre de las leyes; ante todo debe ser justo y hacer cumplir las normas. Si se equivoca o abusa, nada ni nadie puede castigarlo.

El absolutismo de Bossuet estuvo inspirado en las Sagradas Escrituras, de donde toma citas textuales para justificar sus teorías.

EL ESTADO Y LA SOCIEDAD

El estado absolutista se conforma con la siguiente estructura social.



Las relaciones entre el rey y el resto de la sociedad fueron muy especiales. Al ser considerado el monarca como un ministro de Dios, los demás mortales le debían obediencia y respeto. No se le podía contradecir ni juzgar.

Ningún obrero, campesino o pequeño burgués podía hablar con él. Los que con frecuencia lo hacían eran los nobles cortesanos y el clero que se mantenía a su alrededor.

Sin embargo, no todos los ciudadanos estaban gustosos con la discriminación del monarca. Algunos nobles y burgueses inconformes incitaban a los demás a revueltas y protestas en contra de medidas como el cobro de impuestos. La protesta, el grito, la conformación de ejércitos, la guerra, resultaban ser los medios para manifestarle al soberano que existían otros seres humanos que estaban en desacuerdo con él.

En esta relación con la nación el soberano tenía permanente contacto con la nobleza cortesana. Con ellos compartía el disfrute de los bailes, las comidas, las artes, los juegos y demás diversiones; ante quienes mostraba el poder real, los palacios y alcobas, las pinturas, las joyas; con quienes hablaba de literatura, política y guerra.

EL ESTADO Y EL CLERO

Y en el dominio absoluto del monarca, el clero se vio sometido a su poder. Para el desarrollo de actividades religiosas, los papas establecieron acuerdos con proteger los intereses de la monarquía. Con el Estado absoluto la voluntad y control de soberano.

Las creencias del rey, determinaban políticas de persecución a los reformados, o bien de tolerancia religiosa.

CONFORMACIÓN DEL ESTADO

La estructura política del Estado monárquico era:



A veces el soberano decidía gobernar con la ayuda de ministros o consejeros. Igual sucedía con el parlamento; pocos monarcas mantuvieron la relación con disolverlo para no tener ningún obstáculo en sus funciones.

CUESTIONARIO

1.       Lea y realice un glosario con las palabras que no entienda.

2.       Realice un mapa conceptual de la guía.

3.       ¿Qué es nación?

4.       ¿Porqué surgen los estados nacionales europeos?

5.       Diga tres ideas del pensamiento de Maquiavelo y explíquelas.

6.       Diga cuales eran los pensadores absolutistas y sus principales ideas.

7.       ¿Qué piensa de la estructura de la sociedad absolutista?

8.       ¿qué piensas de la estructura política del estado monárquico?

9.       Realice un crucigrama con diez palabras verticales y diez horizontales, con sus respectivas preguntas.  

 

 

MENTIR O DECIR LA VERDAD Conceptualización Taller 3

 

Conceptualización Taller 3

MENTIR O DECIR LA VERDAD

 

Expresa el contenido del siguiente texto a través de

un dibujo.

“Vil, monstruosa, roñosa y dañina, la mentira ha acumulado desde siempre toda clase de reprobaciones. Todos los registros del pensamiento moral a partir de Platón y Aristóteles muestran esta unanimidad: la mentira hace al hombre odioso ante la divinidad y despreciable ante sus semejantes. Esta repulsión es natural porque la mentira es susceptible de romper los fundamentos de la comunicación humana y de la credibilidad social (…) La mentira es sólo un fragmento del mundo del engaño. Si la verdad aspira a ser una, la falsedad en cambio aspira a tener muchos rostros”.

PEREZ Cortez. (1998). La prohibición de mentir. S. XXI

-UAM. México.

Entendemos por…

Verdad y mentira, decir la verdad significa ser honestos y actuar de buena fe, se asocia con la sinceridad, la confianza y la fidelidad, por el contrario, mentir es faltar a la verdad de manera intencional o por equivocación.

 

Aunque se considera que mentir es incorrecto, existe irremediablemente y es una práctica cotidiana entre las personas de todas las edades. Son diversas las situaciones en las que se oculta la verdad y en ese sentido, los estudiosos afirman que se miente:

• Para eludir responsabilidades.

• Por inseguridad y desconfianza en nuestra capacidad de ser aceptados como somos.

• Cuando vemos amenazada nuestra autoestima.

• Para evitar un castigo.

• Para iniciar una relación con alguien que nos interesa.

• Por placer, cuando se hacen bromas o se quiere causar daño de manera intencional a alguien.

Algunos psicólogos concluyen que en todos los casos no es conveniente decir la verdad, que frente a situaciones tales como la enfermedad, el abandono o el desamor, la verdad puede resultar cruel y causar sufrimiento innecesario. Afirman que ser fieles a la verdad no es disculpa para faltar a la compasión y al respeto hacia los demás. En ese sentido y de manera reciente, la ciencia médica ha introducido un tipo de terapia denominada efecto placebo, que consiste en prescribir a los pacientes un medicamento inofensivo y sin ningún fármaco, haciéndoles creer que mejorará su estado de salud; algunos de ellos manifestaron haber experimentado efectos positivos, especialmente aquellos que sufrían de dolor, desordenes afectivos, trastornos de personalidad, demencia y pánico, entre otras.

De acuerdo con lo anterior, Kant filósofo alemán del siglo XVIII afirmó que la mentira es siempre dañina y constituye una violación civil; según él, sin importar que tan bien intencionado sea el que miente, éste es responsable de las consecuencias de su mentira ante los tribunales y la sociedad.

• ¿Crees que es correcto mentir en estas circunstancias?

• ¿Qué opinas del efecto placebo?

• ¿Qué piensas de las madres que suministran a sus hijos gotas de agua, para calmar el dolor cuando se caen sin causarse daño, haciéndoles creer que es un analgésico?

Los adultos, generalmente los padres, dicen a los niños que mentir es malo y sin embargo disfrutan con ellos del regalo que les dejo el ratón miguelito debajo de la almohada, en reemplazo del diente que se les cayó; o de los regalos de navidad

que les trajo Papá Noel, leyenda que, sin ser una mentira, tampoco es una verdad y existe para causar felicidad.

 

Frente a las dificultades que enfrentan los seres humanos para decir siempre la verdad, la opción es ser asertivos comunicando todo o parte de lo que sabemos, pensamos y sentimos, siendo oportunos y pertinentes, haciendo uso de un lenguaje adecuado, evitando expresiones corporales agresivas y teniendo en cuenta las características y los derechos de quien recibe el mensaje. Así es preferible decirle a un niño antes que le tomen una muestra de sangre que va a sentir un pinchazo, pero que durará poco tiempo a decirle que no le va a doler.

 

Los seres humanos mentimos con la misma naturalidad con que respiramos. Mentimos para ocultar nuestras inseguridades, para hacer que otros se sientan mejor, para sentirnos mejor nosotros mismos, para que nos quiera la gente, para proteger a los niños, para librarnos del peligro, para encubrir nuestras fechorías o por pura diversión. La mentira es

un auténtico universal: se practica con destreza en el mundo entero”. Aun así, la mentira no sólo me repugna, sino que también me asusta.

Linych Michael P, en Savater Fernando. La vida eterna. 2007.

 

 

¿Por qué la mentira asusta?

LA MENTIRA DAÑA EL CONCEPTO QUE SE TIENE DE LAS PERSONAS

Es correcto en ausencia de las personas hablar bien de ellas, exaltando sus valores, pero nunca unirse al chisme que denigra, deshonra y daña su bienestar. El buen nombre de una persona puede destruirse cuando:

• Se profieren calumnias que exageran sus faltas o defectos, o se dice que han hecho algo malo sabiendo que no es verdad.

• Se difama comentando sus defectos o se piensa mal sin justo motivo.

• Se declara en un juicio algo que no es verdad y que la perjudica.

Piensa éticamente

Hay quienes planean bromas y se divierten con la reacción de los demás. En la mayoría de los casos abusan de la buena fe de las personas y de su intención de servir y brindar ayuda oportuna, desencadenando sorpresa y emociones fuertes asociadas con el miedo.

• ¿Qué haces en el momento en que sucede esto? Te ríes, Te enojas, Te es indiferente. ¿Por qué?

• ¿Cómo te sientes respecto a la persona a quién le juegan la broma? Te da lástima, Te produce burla, No te importa. ¿Por qué?

• ¿Cómo te sentirías si fueras tú a quién le juegan la broma? Feliz Triste, Enojado. ¿Por qué?

• ¿Esto es mentir o solamente sana diversión? Justifica tus respuestas

• ¿Qué consecuencias tendrán a futuro este tipo de acciones en la práctica de los valores relacionadas con la solidaridad y el servicio?

• ¿Crees que las bromas pueden llegar a afectar la salud mental o física de las personas?

• ¿Qué reparación deben hacer quienes planean con todos los detalles este tipo de bromas a las personas que se ven afectadas por ellas?

Reflexiona…

Cuando alguien miente acerca de algo tan importante como ayudar a una persona que se encuentra enferma o es discapacitada o simplemente necesita ayuda y además se burla de esto...

Qué piensas de las siguientes máximas

• El problema no es que nos mientan. El problema es que les creamos.

• Una mentira es lo mismo que una traición, por eso prefiero la verdad, aunque me duela el corazón.

• Ocultar la verdad es la forma más sutil de mentir.

• Una mentira que te haga feliz vale más que una verdad que te amargue la vida.

George Washington y el cerezo. Taller 2

 TALLER 2

George Washington y el cerezo

 

Cuando George Washington era un niño, vivía en una granja en Virginia. Su padre había plantado un huerto de árboles frutales. Allí había limoneros, melocotoneros, perales, ciruelos y cerezos. Un día recibió un cerezo particularmente hermoso. Lo plantó en un extremo del huerto y advirtió a todo el mundo de la granja que tuviesen mucho cuidado para que nadie lo rompiera o dañara.

 

El cerezo creció bien y una primavera se cubrió de flores blancas. El señor Washington estaba encantado al pensar que el arbolito pronto le daría cerezas. Fue justo entonces cuando a George le regalaron un hacha nueva y reluciente. La cogió y salió a cortar ramitas, a golpear los postes de las cercas y a talar todo lo que le salía al paso. Finalmente, llegó al extremo del huerto, y pensando solamente en lo bien que cortaba su hacha, asestó un golpe al pequeño cerezo. La corteza era blanda y se cortaba con tal facilidad que George acabó abatiendo el árbol y luego se marchó a seguir jugando.

 

Esa noche, cuando el señor Washington se acercó al huerto para contemplar su cerezo, lo vio cortado. ¿Quién había osado hacer una cosa como ésa?, preguntó a todo el mundo, pero nadie supo decirle nada. Entonces llegó George.

- George —le llamó furioso su padre—. ¿Sabes quién ha matado mi cerezo?

Ésa era una pregunta difícil de contestar. George vaciló un momento, pero pronto recobró el valor.

- No debo mentir, padre —contestó— Lo hice yo con mi hacha.

El señor Washington miró a George.

- Vete a casa, hijo —dijo el señor Washington severamente—.

George se sentía muy infeliz y avergonzado. Sabía que había actuado a la ligera y sin pensar, y que su padre

tenía motivos para sentirse disgustado.

 

Poco después, el señor Washington le dijo:

- Ven aquí, muchacho. Dime, ¿por qué has cortado el árbol?

- Estaba tan enfrascado jugando que lo hice sin pensar —dijo George—.

- Y ahora el árbol está muerto. Nunca nos dará cerezas. Y lo que es peor, no has tenido cuidado.

- Lo siento padre.

- Mírame —dijo el señor Washington—.

Siento haber perdido mi cerezo, pero me alegro de que hayas tenido el suficiente valor para decirme la verdad.

- Prefiero que seas valiente y digas la verdad antes que tener un huerto lleno de cerezas. Nunca olvides esto, hijo.

George Washington nunca lo olvidó. Al final de su vida continuaba tan valiente y honesto como lo había sido

cuando era niño.

 

Autor: Mason Locke Weems

(Biografía: La vida de George Washington).

Piensa éticamente

1.       ¿Qué opinas del comportamiento de George y de la reacción de su padre?

2.       Cuando tú eras pequeño, ¿decías mentiras o hablabas con la verdad?

3.       ¿Qué te dicen tus padres acerca de la mentira?

 

Reflexiona un momento individualmente…

4.       Escribe tres consecuencias de la mentira en:

-          La casa

-          La vereda

-          La institución educativa

Piensa éticamente sobre la confianza

5.       ¿Qué sucede cuando la persona en quién confías te miente?

6.       ¿Le mentirías a alguien a quién quieres mucho?

7.       Cuando has mentido ¿cómo te has sentido?

8.       ¿Crees que la mentira lleva a algo bueno?

9.       ¿Alguna vez has estado involucrado en una mentira que hayan dicho de ti?

10.   ¿Consideras justo que alguien mienta sobre ti o sobre alguien más?

ETICA NOVENO, TALLER 1. ME COMUNICO RESPONSABLEMENTE

 ETICA NOVENO, TALLER 1

ME COMUNICO RESPONSABLEMENTE

Lee la historia y reflexiona a partir de las preguntas, respóndelas en tu cuaderno.

La maestra Thompson

Mientras la señora Thomson estuvo al frente de los estudiantes de 5º grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los niños una mentira. Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos y les decía que a todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado: Juan Carlos. La señora Thompson había observado a Juan desde el año anterior y había notado que él no jugaba muy bien con otros niños y su ropa estaba muy descuidada. Cuando ella revisó su historial, se llevó una gran sorpresa. La Profesora de primer grado escribió: “Juan es un niño muy brillante con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales... es un placer tenerlo cerca”. Su profesora de segundo grado escribió: “Juan es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil”. La profesora de tercer grado escribió: “Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. El trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas medidas”. Su profesora de cuarto grado escribió: “Juan se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela”

Ahora la señora Thompson se había dado cuenta del problema y estaba apenada con ella misma. Comenzó a sentirse peor cuando sus alumnos le llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos moños y papel brillante, excepto Juan. Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que él había tomado de una bolsa de papel. A la señora Thompson le dio pánico abrir ese regalo en medio de los otros presentes. Algunos niños comenzaron a reír cuando encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume con solo un cuarto de su contenido. La señora Thomson detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era el brazalete mientras se lo probaba y se colocaba un poco del perfume en su muñeca. Juan Carlos se quedó ese día al final de la clase el tiempo suficiente para decir: “Señora Thompson, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá”. Desde ese día, ella puso atención especial en Juan. Conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro comenzó a revivir. Para el final del ciclo escolar, Juan se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase y a pesar de su mentira de que quería a todos sus alumnos por igual, Juan se convirtió en uno de los consentidos de la maestra.

Anónimo.

1. ¿Con qué intención la señora Thomson mentía a sus estudiantes?

2. ¿Qué concepción tenía la señora Thomson del estudiante Juan Carlos?

3. ¿Qué información hallada en el historial del estudiante la hizo cambiar de opinión sobre él?

4. ¿Qué circunstancias afectaban el comportamiento de Juan?

5. ¿Cómo se benefició Teddy con el cambio de opinión de su docente?

6. Halla en la historia al menos tres enseñanzas, elabora con tus compañeros un dibujo.