TALLER 7
EL
HOMBRE COMO PROBLEMA
Cuando nada nos llama la
atención, cuando nada nos interesa, sentimos el aburrimiento y hasta el sinsentido
de la vida. Este es el caso de Alexandra, una joven de décimo grado que aún
teniéndolo todo: un hogar, unos amigos, unas posibilidades económicas, no se
siente contenta de si misma y por tanto no es feliz. En muchas ocasiones no
aceptamos la realidad: nuestra estatura, nuestro rostro, nuestro color y ello
nos conduce a perder la posibilidad de aprovechar el regalo de la vida y de la
felicidad.
EL
HOMBRE ES LO QUE ÉL SE HACE
"El hombre es el único
que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y concibe la
muerte...
El hombre no es otra cosa
que lo que él se hace. Este es el primer principio del existencialismo. Pero ¿qué
queremos decir con esto sino que el hombre; tiene una mayor dignidad que la
piedra o la mesa? Porque queremos decir que el hombre empieza por existir, es
decir, que empieza por ser algo que se lanza hacia un porvenir, y que es
consciente de proyectarse hacia el, porvenir.
Yo puedo adherirme a un
partido, escribir un libro, casarme y todo esto no es más que la manifestación
de una elección. Si realmente la existencia del hombre es su esencia misma,
entonces el hombre es el único responsable de lo que es; así, el primer paso
del existencialismo es colocar a todo hombre en posesión de lo que es, y asentar
sobre él la responsabilidad total de su existencia"[1]
EL
HOMBRE
¿QUÉ
ES?
El hombre está alcanzando
cimas insospechadas de poder e inteligencia: puede dar la vuelta al mundo en
pocas horas, la luna y otros planetas se encuentran ya a su alcance; poderosas
computadoras procesan en segundos millones de elementos de información, las
noticias circulan casi al mismo tiempo que los hechos y en general las ciencias
y la tecnología avanzan rápidamente.
Frente al espectacular
desarrollo de las ciencias se observa, no sin asombro, un profundo
empobrecimiento en el sistema de convivencia: se abandonan las tradiciones, se
desprecian las normas y los valores, no se aceptan los elementos de control, no
existen parámetros del bien o del mal y en general el principio fundamental es
el bienestar personal, donde prima el tener sobre el ser del hombre.
El progreso eleva cada vez
más el nivel de vida pero, contradictoriamente, el hombre se pierde en él cada
vez más. Hay progreso en la tecnología y en las ciencias, y sin embargo el
hombre no encuentra la orientación de su propia existencia, el sentido de su ser,
de su vida.
Debemos reconocer que entre
todas las ciencias humanas, la que estudie al hombre y responda a interrogantes
tales como: ¿qué es el hombre? ¿Quién soy yo?, debe ser la más importante.
Sin embargo, no es la más
estudiada ni cultivada. La antropología es uno de los tratados más antiguos de
la filosofía y designa cualquier doctrina que nos hable sobre el hombre, sobre
su naturaleza y sobre su situación en el universo.
EL
PROBLEMA ANTROPOLÓGICO
La antropología estudia el
problema del hombre desde distintos ángulos. Por ejemplo:
• La antropología física
estudia al hombre en cuanto animal, abarcando dos grandes ramas: una primera
que estudia el cuerpo humano desde la anatomía y fisiología, llamada somatología;
y una segunda que trata el origen y la evolución de las especies, llamada
paleontología.
• La antropología cultural
estudia los orígenes y evolución de los comportamientos humanos a lo largo de
la historia. A ella pertenecen: la arqueología, la etnología, la lingüística,
el folklor y la historia cultural.
• La antropología filosófica
estudia al hombre como un sujeto personal y lo estudia en su globalidad, su
apertura al futuro, su sentido último, su sentido de la vida humana y su
libertad. La antropología filosófica es el presupuesto para la ética, la política,
para la acción humana, individual y colectiva.
Para comprender al hombre es
necesario observarlo desde diversos ángulos, con el fin de percibirlo en todas
sus dimensiones, y poder obtener una respuesta válida a la pregunta por el
hombre.
EL
HOMBRE
EL
HOMBRE COMO PARTE DE LA NATURALEZA
La búsqueda continua del
cosmos, por parte de los pensadores griegos, los condujo a descubrirse como
parte integrante de ese cosmos y, en consecuencia, a preguntarse por sí mismos.
Esta pregunta por el hombre nos ha permitido, desde aquellos tiempos hasta hoy,
comprender el mundo y darle sentido.
Como iniciadores de este
nuevo período de la filosofía, que recibe el nombre de antropología,
encontramos a dos figuras fundamentales para el desarrollo de la misma: Platón
y Aristóteles.
Sus ideas y conceptos son de
un valor incalculable para la filosofía, es por ello que siempre se escuchan
sus nombres y muchas veces nosotros mismos, aún sin saberlo, utilizamos en
nuestras expresiones sus conceptos.
EL
HOMBRE PARA PLATÓN
Para Platón existen dos
mundos, el mundo de las ideas, de la perfección, y el mundo físico, imperfecto,
que es simplemente un reflejo del mundo perfecto.
La verdad entonces sólo es
posible en ese mundo de las ideas, porque la verdad sólo puede provenir de lo
universal y necesario, como se lo había enseñado su maestro Sócrates.
Para Platón el alma humana,
que ha existido siempre en el mundo de las ideas, al encarnarse en un cuerpo
dentro del mundo sensible olvida por completo sus conocimientos y requiere del
contacto con los objetos del mundo, que son copia o imagen de las ideas, para
poder recordar la verdad del mundo suprasensible o perfecto.
Esta posición de Platón nos
refleja con bastante exactitud lo que piensa acerca del hombre. El hombre es un
alma eterna e inmortal, encarcelada en un cuerpo, cuyo fin es el descubrimiento
de la verdad en el mundo de las ideas al cual debe regresar.
EL
REALISMO DE ARISTÓTELES
A diferencia de Platón, para
Aristóteles lo real sólo se puede explicar en la unión indisoluble de la idea y
la materia. La auténtica realidad, para Aristóteles, es algo individual y
concreto llamado sustancia, en la que se distinguen dos elementos: una forma que
determina la esencia de las cosas, es decir lo que son, y una materia, que es
moldeada por esa idea o forma. La realidad es entonces una unidad inseparable
entre la materia y la forma.
El hombre para Aristóteles
es un compuesto inseparable de la materia que llamamos cuerpo y una forma que
llamamos alma. A diferencia de su maestro Platón, para Aristóteles esta unión es
necesaria, pues el alma requiere del cuerpo para cumplir las exigencias de la
vida.
DOCUMENTO
1.
¿QUÉ
ES EL HOMBRE?
"Más pequeño que lo más
pequeño, más grande que lo más grande, esencia de todos los seres, reposa
oculto en el corazón de todas las criaturas...".[2]
"El hombre está en la
tierra cumpliendo un servicio, sus días son los de un jornalero: como el esclavo
suspira por la sombra; como el jornalero, aguarda el salario. No he de vivir para
siempre: déjame que mis días son un soplo".[3]
"El alma es algo diverso
al cuerpo, y en esta vida constituye nuestro yo, entonces sólo somos el alma,
nada más que el alma, y el cuerpo una sombra que nos acompaña".[4]
"¿Quién ha llegado al
fondo de su profundidad? Y cuál es esta fuerza que inspira mi espíritu y pertenece
a mi naturaleza, que ni yo mismo alcanzo a comprender todo lo que soy. ¿Es demasiado
estrecho mi espíritu para contenerse a si mismo? ".[5]
"El mundo material es
la única realidad: nuestra conciencia y pensamiento, por trascendentes que parezcan,
no son más que los productos de un órgano material: el cerebro. La materia no
es un producto del espíritu, sino que por el contrario, es el espíritu lo que
es el producto superior de la materia"[6].
"El hombre concreto de
carne y hueso -yo, tu, lector mío; aquel otro de más allá, cuantos pensamos
sobre la tierra- es el sujeto y el supremo objeto a la vez de toda filosofía,
quiéranlo o no algunos sedicentes filósofos"[7].
2.
SE
VENDEN 80 INDIOS
"Nosotros utilizamos en
lo cotidiano diversos conceptos para valorar al hombre y como fruto de esos
conceptos actuamos.
Luego de once días de
espera, los 239 indígenas andoques que trabajan en la extracción del caucho en
Araracuara aún no habían salido a cedularse, porque, no podían abandonar el
''fábrico". Si lo hacían, perdían mucho tiempo y la deuda con sus dueños podía
aumentar.
Los andoques son los únicos
indígenas de esta zona que todavía tienen dueño. Ellos se compran y se venden
como cualquier animal, a precios que algunas veces son relativamente
"altos".
Pero la demora de los
andoques para presentarse ante la única comisión oficial que ha llevado allí
algo concreto -de la registraduriá - se debía, según Pablo Firitek y Vicente
Makuntofe -capitán indígena de los muimanes - al temor de sus propietarios de
que ellos contaran cómo en Araracuara hoy, como en 1890, prevalecen las
condiciones de esclavitud impuestas durante los primeros cuarenta años del presente
siglo..."[8].
¿QUÉ
ES EL HOMBRE?
3.
EL
HOMBRE ES EL ALMA
Es necesario conocer el
estilo de escribir de Platón para poder comprender sus ideas. Como buen
discípulo de Sócrates, Platón considera que la verdad debe generarse en el
diálogo, en donde nace y fluye de los interlocutores. Leamos detenidamente el
siguiente texto del Fedón o Tratado del alma, en el cual Platón coloca como
interlocutores a Sócrates y a Cebes.
"Sócrates: ¿No estamos
compuestos de un cuerpo y un alma? ¿A cual de estas dos formas es nuestro
cuerpo afín?
Cebes: No habrá nadie que no
diga que a la especie visible.
Sócrates: Y nuestra alma, ¿es
visible o invisible?
Cebes: Los hombres por lo
menos no la ven.
Sócrates: ¿Entonces es inmaterial?
Cebes: Si
Sócrates: Entonces, ¿nuestra
alma se asemejan más que eI cuerpo a lo invisible y perfecto
Cebes: Necesariamente.
Sócrates: Entonces, ¿a qué
se parece nuestra alma?
Cebes: es evidente que se
parece a lo divino y que nuestro cuerpo se parece a la moral.
Sócrates: Entonces, mi
querido Cebes, es claro que lo perfecto es eterno e inmoral, por lo cual alma
constituye nuestro ser y el cuerpo se disuelve como un accidente”[9].
4.
EL
HOMBRE COMO SUSTANCIA
“¿Hay alguna cosa que sea
exclusiva del alma? La solución es una pero no fácil. Con respecto a la mayoría
de funciones es claro que requiere de la participación del cuerpo: la ira, el valor,
el deseo y cualquier sensación. La intelección, el pensamiento, parecen
funciones exclusivas del alma, pero no podrían existir sin el cuerpo.
Si existe alguna función
propia sólo del alma, es posible que ésta pueda existir separada del cuerpo.
Más si nada hay exclusivo del alma, esta no podrá existir separada del cuerpo.
Parece también que todas las afecciones del alma están en el curpo: la ira, la mansedumbre,
el temor, la misericordia, la audacia, la alegría, el amo y el odio; porque al
existir ellas, padece o se manifiestan de alguna forma en el cuerpo. Por todo
lo anterior vemos que el tratar lo físico toca siempre el alma en general.
Finalmente existe un tercer
género compuesto de los dos anteriores llamado sustancia. Entre las sustancias
se cuentan los cuerpos y fundamentalmente los cuerpos naturales"[10].
CUESTIONARIO
1. ¿Qué
le ofrece la vida, el mundo y la realidad al hombre?
2. ¿Qué
te has preguntado sobre el sentido de tu vida?
3. ¿La
respuesta por el sentido de la vida es fácil o problemática? ¿Por qué?
4. ¿Qué
preguntas son fundamentales para el hombre?
5. ¿La antropología
te puede ayudar en tu proceso de vida? ¿En qué?
6. ¿Es
actual la pregunta por el hombre? ¿Por qué?
7. ¿Cuál
de las respuestas a la pregunta por el hombre consideras más válida? ¿Por qué?
8. ¿Qué
elementó común tienen las respuestas dadas a lo largo de la historia?
9. ¿Cómo
definirías al hombre?
10. Frente
al testimonio de Germán Castro Caycedo, ¿qué opinión te merece lo sucedido con
los indios andoques’
11. ¿Conoces
algunas circunstancias similares? Relata alguna.
12. ¿Qué
concepción se tiene del hombre cuando se le puede comprar, vender o explotar?
13. ¿Qué
elementos tienen en común Platón y Aristóteles?
14. ¿Cómo
está compuesto el hombre para Platón?
15. ¿Cómo
nos presenta el alma el texto del Fedón?
16. ¿Qué
es la sustancia para Aristóteles?
17. ¿Por
que considera inseparable al cuerpo y el alma?
18. ¿Con
cuál de las dos posiciones estás de acuerdo? ¿Por, qué?
[1] JEAN-PAUL
SAKTRE, El existencialismo es un humanismo
[2] Los
UPANlSHADS EN EL SIGLO VII A. DE C.
[3] JOB EN
EL SIGLO V A. DE C.
[4] PLATÓN, Siglo
III A. DE C.
[5] SAN
AGUSTIN, Siglo Vd. de C.
[6] FRIEDRlCH
ENGELS, siglo XIX
[7] MlGUEL
DE UNAMUNO, siglo XX
[8] Araracuara,
17 de noviembre de 1972, GERMAN CASTRO CAYCEIX), Colombia amarga
[9] PLATÓN,
Fedón o Tratado del alma
[10] ARISTÓTELES,
Del alma