AUTORITARISMO, DEMOCRACIA Y TOTALITARISMO - TALLER 2

TALLER 2
AUTORITARISMO, DEMOCRACIA Y TOTALITARISMO
1.    ¿Has pensado por qué la democracia se ha convertido en una forma de gobierno deseada por todos?
2.    ¿Consideras que en el mundo en que vivimos, todo lo que no sea democracia liberal es mirado con reserva, con desprecio y señalado críticamente?
3.    ¿Te atreverías a decir que eres antidemocrático?
4.    ¿Por qué cada grupo político se proclama como más democrático que los demás?
En el mundo actual, encontramos un inmenso predominio de las instituciones políticas de la democracia liberal.[1] Incluso, los antiguos países del bloque comunista se proclaman como democráticos liberales, aunque el mundo, en muy escasos momentos de su desarrollo político, haya conocido formas políticas democráticas. Si hacemos cuentas, suponiendo que la historia de Occidente comenzó su desarrollo impetuoso en el siglo X a. de C., y sumamos los dos milenios que han transcurrido después de Cristo, la historia occidental ha conocido sólo tres siglos de existencia de una forma de gobierno llamada democracia: el siglo de la democracia ateniense (424-322 a. de C.) y los dos siglos de la democracia liberal (s. XIX y XX).
Dejando atrás la democracia ateniense, que por diversas circunstancias fue derrotada en el 338 a. de C. por los ejércitos macedónicos,[2] y cuyo contenido no se reduce únicamente al ejercicio directo de la toma de decisiones por los ciudadanos en la asamblea, los siglos de la democracia liberal moderna han transcurrido como un creciente proceso de democratización de las sociedades occidentales.
En efecto, los regímenes políticos del medioevo o de la llamada primera modernidad, fueron por lo general monárquicos y despóticos, es decir, regímenes autoritarios que no concebían participación política alguna.
De alguna manera, el proceso de democratización que ha vivido el mundo en los últimos dos siglos, ha sido un proceso lento de superación de gobiernos autoritarios y despóticos.
EL AUTORITARISMO
El autoritarismo es una práctica política donde, en el ejercicio del poder del Estado, predomina la imposición por la fuerza de reglas y normas de convivencia política. En la mayoría de los casos, son regímenes en los que domina un monarca o una oligarquía, cuyo poder indiscutible y todopoderoso no está sometido a reglas de alternación e impone como leyes sus propios intereses.
Se puede llamar autoritarismo a las manifestaciones modernas de las llamadas -por el pensamiento clásico- formas corruptas de gobierno, es decir, aquellas cuyo objetivo básico es la imposición por la fuerza de un poder sin controles, al servicio de las élites dominantes.
En el siglo XX, fueron acusados de autoritarios numerosos gobiernos formados después de golpes militares, y también aquellos gobiernos civiles que cometieron numerosas y visibles violaciones a los derechos civiles y humanos, pero que se autoproclamaban democráticos.
En América Latina es típico el caso de los países del cono sur: Argentina, Chile y Uruguay. Se destacó, entre ellos, la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, producto de un Golpe de Estado efectuado en 1973 contra el presidente constitucional Salvador Allende.
LA DEMOCRACIA
La expresión democracia quiere decir, literalmente, gobierno del pueblo, aunque suele conocerse como gobierno de la mayoría o "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". La palabra es de origen griego y deriva de dos raíces conocidas: demos = pueblo; y crateo = gobernar. Al definirla, podemos encontrar tres interpretaciones:
Una primero definición que es mínima, dice que democracia es una forma de gobierno que tiene muchos defectos, pero una gran ventaja: todos los demás regímenes políticos tienen defectos más graves. "La democracia es la manera de contar cabezas sin romperlas"
La segunda posición, intermedia, corresponde a la actitud liberal, que en el fondo responsabiliza al conjunto de la ciudadanía del curso bueno o malo del acontecer democrático, en la medida en que considera que lo democracia es un sistema de procedimientos para elegir libremente gobiernos, sobre la base de la regla de la mayoría. Sistema que exige la participación, así ésta se exprese como pasividad, pues la abstención total le da cabida al dominio de las minorías sobre las cuales es también responsable quien se aparta del sistema. La democracia es la única forma de gobierno en el que las leyes que tenemos qué obedecer están puestas por las personas que hemos elegido.
La tercera definición de democracia se atribuye a quienes mantienen una defensa de lo social frente a lo político, con la intención de lograr que lo político corresponda con el ámbito de las necesidades de las mayorías. Esta definición invoca la ampliación del juego democrático a espacios tradicionalmente manejados por el verticalismo y el autoritarismo social, como la fábrica, la escuela o la familia, y persigue acercar lo social cada vez más al terreno de las decisiones políticas que tienen carácter vinculante: la democracia es el único régimen político en el que puedes obtenerlo todo, con tal de que convenzas a los demás, respetando las reglas de juego.
En conclusión, según el punto de vista liberal, la democracia es una forma de gobierno en la cual es posible la convivencia pacífica de diversas concepciones políticas, incluso distantes entre sí. Esta idea remite a una consideración que también podría ser pensada como una definición general de la democracia: que ésta es una especie de común denominador, es decir, "un conjunto de reglas que permiten comparar, confrontar e incluso escoger, entre posiciones muy diversas".
LAS REGLAS DE LA DEMOCRACIA
El desarrollo social y su compleja estructura, así como crecientes expectativas democráticas, han permitido la evolución constante de la democracia liberal hacia un sistema complejo de reglas, que garantizan su funcionamiento y permiten el juego y la competencia de las alternativas. Son siete las reglas de lo democracia, que constituyen el motor del ejercicio del poder en el que el pueblo es soberano.
La regla de la mayoría: Es importante aclarar que en un sistema democrático como el liberal, que supone la existencia de individuos conscientes y libres, la mayoría no significa unanimidad, es decir, que todas y cada una de las personas piensan o están en total acuerdo con algún punto. Por el contrario, en el sistema democrático cabe la discrepancia, pues ésta se supera con el consenso para tomar decisiones que involucran a todos los miembros de una sociedad, con el fin de que potencien de la mejor manera posible los intereses individuales. La regla de la mayoría alude no tanto al proceso y su forma, como al resultado que define la elección y, por lo tanto, constituye el gobierno. Siendo la mayoría el gobierno, la mayoría hace la ley.
La regla del consenso: Esta regla define, de un lado, la forma del proceso democrático, es decir, la intención de que el proceso democrático debe aceptar el mayor número de posiciones posibles que, enfrentadas en igualdad de condiciones y en uso de plenas libertades públicas, constituyan una mayoría que expresa la voz del pueblo. De otro, que el soporte permanente de la vida democrática es el pueblo. Es el caso de las elecciones presidenciales en Colombia, donde diversos programas y candidatos se disputan en un juego por el favor popular, a posibilidad de la primera magistratura. La técnica de la doble vuelta permite que en este juego se dispute un mayor número de posiciones, que al final se centran en las dos primeras mayoritarias.
La regla de la minoría: Si bien la mayoría hace la ley, esto no significa que se pueda extralimitar y acallar a la minoría. En una democracia sana, la minoría vencida pasa a la oposición con plenos derechos de constituirse en una fuerza que promueva la constitución de nuevas mayorías. Esta regla es la de alternación en el poder.
Al suponer la posibilidad del desacuerdo y de la opinión crítica, sin que su ejercicio se castigue con la exclusión, esta regla resalta los matices sociales y llama la atención sobre lo que está por fuera del sistema.
La regla de la competencia: Sin competencia, como garantía de acción política, son imposibles los procedimientos para llegar al consenso y, por lo tanto, la consecución de mayorías y la expresión de las minorías. La competencia significa pluralidad, la oportunidad de expresar, proponer o discrepar de otros, en procura del bien común o de la conformación de mayorías. No contar con competencia, por el contrario, significa favorecer la intolerancia y hasta el despotismo.
La regla del control: El gobierno y las instituciones de la democracia deben ser instituciones controladas o por lo menos controlables. Personerías, Ministerio Público y otros mecanismos de control constitucional e  institucional,  garantirán  el  tratamiento  de  la  pregunta: “¿Quién controla a los controladores?" Por esta razón, toda democracia sana procura contar con instituciones que eviten el abuso del poder o su utilización en favor personal.
Regla de la legalidad: Esta regla de la democracia aclara que el sistema democrático se basa en la ley. La ley es la forma como el sistema democrático se materializa y prolonga. A ella debe atenerse el comportamiento político de los ciudadanos y de las fuerzas políticas que compiten por el poder del Estado, así como aquellos que lo ejercen.
Regla de la responsabilidad: El sistema de reglas democráticas es un sistema integral, que en el momento de la aplicación de una supone la interconexión y la garantía de la existencia de las demás. Las reglas democráticas no se aplican las unas separadas de las otras, o unas a pesar de las demás. La responsabilidad supone esta visión integral y sistémica de la sociedad democrática, sin la cual la democracia se pervierte anarquía, abuso de poder o autoritarismo. Tenemos un ejemplo reciente de la violación  de esta regla en la historia política de América Latina, en el Perú. Un gobierno elegido democráticamente, el de Alberto Fujimori, a través de la disputa democrática donde se pusieron en juego las reglas de la mayoría, del consenso y de la competencia, entre otras, decidió deshacerse de las minorías o de la competencia política, a través del cierre del parlamento.  La mayoría aplasto a la oposición, se valió de unas reglas para ascender al poder, pero negó otras una vez lo obtuvo. Esta es una clara violación del principio o regla de la responsabilidad democrática.
Los Valores De Lar Democracia
Cuando se habla de valores de la democracia se está hablando de los fines de la democracia Estos se definen en la tradición liberal democrática como la liberad y la igualdad.
La libertad es una noción que está muy cerca de la comprensión de cada ser humano moderno que se considere a sí mismo un ser individual, con capacidad de optar y de actuar de manera autónoma. En el plano general, se define técnicamente como un conjunto de libertades: de palabra, de pensamiento, de asociación, de religión, entre otras, que constituye un sistema. En este sistema de libertades, hay dos mecanismos esenciales: la escuela y lo prensa, la formación y la información de personas libres.
La igualdad, por su parte, es considerada desde dos definiciones centrales: la igualdad formal, que se llama igualdad social. La igualdad formal significa igualdad de todos ante la ley y lo existencia de leyes iguales para todos. En la concepción liberal se considera que la existencia de la igualdad formal es una condición necesaria para la existencia de la libertad formal.
Cuando hablamos de igualdad leal o social, sentimos como si ésta fuera lo contrario de la simple contemplación de la igualdad como derecho en una Constitución. Sin embargo, en la concepción liberal de la igualdad se supone que la igualdad real es un desarrollo o materialización de la igualdad formal.
Un tercer valor destacable de la democracia liberal es el valor de la cultura. Por ella podemos entender el legado de la historia humana reciente y pasada, que hace del hombre un ser cada vez más humano. Según Umberto Cerroni, la cultura representa una escala de valores y fines desde donde es posible superar la individualidad y el egoísmo para ver a los demás como generaciones pasadas y presentes, para diferenciarnos, reconocernos y aceptar que hacemos parte del género humano. La cultura como crecimiento del género humano, es esencial para el funcionamiento de la séptima regla de la democracia, la regla de la responsabilidad, puesto que esta regla implica que en el reconocimiento de los intereses de las personas como individuos, debe darse paralelamente al reconocimiento de los demás.
Estos valores conducen a que la democracia liberal deba ser un sistema en el que se presente una combinación idónea entre individuo y sociedad, una realización general de los fines del género humano, respetando los intereses individuales.
EL TOTALITARISMO
La expresión totalitarismo indica, en sentido liberal, dos cosas: un régimen político que no respeta las libertades individuales y no se acoge a los principios liberales de libertad y libre empresa; y un régimen político donde la intervención del Estado es tan radical en la sociedad, que la economía de libre mercado se ve regulada por fuerzas ajenas a ella, en este caso por el Estado.
Hoy en día, el liberalismo intenta acusar a todo el que no comparta sus principios políticos de totalitario, queriendo en el fondo imponer una hegemonía mundial de los mismos. Pero imponer un solo horizonte político mundial, la democracia liberal, ¿no es el más totalitario de todos los procedimientos políticos?
En el siglo XX fueron catalogados de totalitarios los regímenes nacional-socialista en Alemania, durante la hegemonía de Hitler, el Estado fascista italiano de Mussolini y el Estado soviético de Stalin. Fueron regímenes de una amplia intervención del Estado, intervención identificada con actos policivos y de fuerza, en todas las esferas de la vida social. Este afán de totalización del control y de la intervención es lo que explica el concepto.
Sin embargo, por la época de la Segunda Guerra Mundial, los ahora padres del llamado neoliberalismo, entre ellos Ludwing von Mises, sostenían que el camino que entonces recorría la democracia liberal en Occidente, en especial en Estados Unidos e Inglaterra, de implementar un Estado intervencionista en la economía, conduciría inevitablemente al totalitarismo.
Actividad.
1.    Realice un glosario con las palabras que no conozca.
2.    Realice un mapa conceptual.
3.    Elabora un cuadro comparativo de los sistemas democrático, totalitario y autoritario, considerando los intereses que defienden, la formas de acceder al poder y el papel de las mayorías.
4.    Realice un ensayo de dos páginas si hay democracia en Colombia.





[1] Democracia liberal: tradición del pensamiento político nacido en el siglo XVIII, que agrega a la idea de un régimen republicano la concepción de que el gobierno debe nombrarse a partir de procedimientos de elección popular (el voto).
[2] Ejercito  macedónico: corresponde al procedente del norte de Grecia y que venció a Atenas y Tebas en
la batallo de Queronea en el año 338 a. de C., dando fin  a  la  independencia  de Grecia.